La Declaración de Fe para el bautismo de agua dice
así: “YO
CREO EN UNO Y SOLO VERDADERO DIOS VIVIENTE, DIOS EL PADRE, DIOS EL HIJO Y DIOS
EL ESPÍRITU SANTO, LOS TRES IGUALES EN DIVINA PERFECCIÓN”. Creo esto sencillamente porque debo creer todo lo
que dice la Biblia, sin caer en las exageraciones de algunos religiosos ni
tampoco en las negaciones de otros.
Un solo
Dios
Todos los cristianos estamos de
acuerdo en que hay un solo Dios verdadero, lo cual se confirma en las
siguientes citas bíblicas:
“Por tanto tú te has engrandecido, Jehováh Dios: por cuanto no hay Dios como tú, NI
HAY DIOS FUERA DE TI...” 2Sam.7:22.
“Vosotros sois mis testigos, dice Jehováh, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y
creáis, y entendáis que yo mismo soy, ANTES DE MÍ NO FUE FORMADO DIOS, NI LO
SERÁ DESPUÉS DE MÍ. Yo, yo Jehováh, y fuera de mí
no hay quien salve.” Isa.43:10 y 11.
“Jehováh de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, SÓLO TÚ
ERES DIOS sobre todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la
tierra.” Isa.37:16.
“Así dice Jehováh,
Rey de Israel, y su Redentor, Jehováh de los
ejércitos. Yo el primero, y yo el postrero, y FUERA DE MÍ NO HAY DIOS.” Isa.44:6.
“Porque tú [Jehováh] eres grande, y hacedor de maravillas: TÚ SÓLO ERES DIOS.” Sal.86:10.
“Mas yo soy Jehováh tu Dios... NO CONOCERÁS pues DIOS FUERA DE MÍ, ni otro Salvador
sino a mí.” Ose.13:4.
Más de
una persona en un solo Dios
Dios es uno, pero es fácil notar a
través de las Escrituras que ese único Dios es más de una persona. Cuando Jehováh hizo
al mundo, Él solo lo hizo todo, pero se entiende que en Él había más de
una persona creando, porque según la historia de la creación, Él dijo:
“...HAGAMOS [en plural] al hombre a NUESTRA imagen,
conforme a NUESTRA semejanza...” Gén.1:26.
Alguien podría pensar que aquí Dios
estaba hablando con los ángeles, pero en ningún lugar la Biblia nos dice que
los ángeles fueron co-creadores del hombre, ni que el
hombre haya sido creado a imagen y
semejanza de los ángeles, sino a imagen de Dios.
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó.” Gén.1:27.
Es evidente que a nadie más que a las
otras personas de la Trinidad fue que una de ellas dijo: “Hagamos al hombre a
nuestra imagen.”
La Shemá
Una de las citas bíblicas más usadas
por los que rechazan la doctrina de la Trinidad está contenida en lo que los
judíos llaman la Shemá, y que dice así:
“Oye, Israel: Jehováh nuestro Dios, Jehováh UNO es.” Deut.6:4.
Pero precisamente, ese mismo versículo
contiene una de las pruebas más contundentes a favor de la doctrina trinitaria.
Veamos:
En el idioma hebreo hay dos palabras
para indicar el significado de UNO. La palabra uno, en sentido de único, es JACHID. En cambio, cuando dos o más cosas se
convierten en una, por íntima identificación, entonces el vocablo que se emplea
no es JACHID, sino EJAD, que significa uno compuesto de varios, como cuando decimos: Un acorde, un ejército, un enjambre, etc.
En Deut.6:4, la palabra que usó
Moisés para referirse a la unidad de Jehováh no fue JACHID, sino EJAD; y es esa la misma palabra que usó en cada uno de
los versículos siguientes:
“Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche: y fue la tarde y
la mañana UN día.” Gén.1:5.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su
mujer, y serán UNA sola carne.” Gén.2:24.
“Y dijo Jehováh: He aquí el pueblo es UNO, y todos éstos tienen un lenguaje...” Gén.11:6.
Faraón tuvo dos sueños, pero como ambos tenían un mismo significado, José
le dijo: “Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas
son siete años: El sueño es UNO mismo.” Gén.41:26.
Así se entiende que:
Un solo día, pero compuesto de tarde
y mañana.
Una sola carne,
pero compuesta de hombre y mujer.
Un pueblo, pero
compuesto de mucha gente.
Un solo Jehováh, pero Él es más de una persona.
Jesucristo
es el Creador
En la Biblia está bien aclarado que todas
las cosas fueron hechas por el Hijo. De esto dan testimonio los siguientes
versículos:
“Todas las cosas POR ÉL [el Verbo] FUERON
HECHAS; y sin Él nada de lo que es hecho, fue hecho”. Jn.1:3.
“Porque por Él [el Hijo] fueron creadas todas las cosas que están en los cielos, y que
están en la tierra, visibles e invisibles... TODO FUE CREADO POR ÉL y
para Él.” Col.1:16.
Armonizando los dos versículos anteriores con los
dos que siguen, se puede entender que el Hijo es en el mismo Dios creador que
se dio a conocer a los antiguos con el nombre Jehováh.
“Porque en seis días HIZO JEHOVÁH los cielos y la tierra, la mar y
todas las cosas que en ellos hay...” Éxo.20:11.
“Tú, oh JEHOVÁH, eres solo; TÚ HICISTE los cielos, y los
cielos de los cielos, y toda su milicia, la tierra y todo lo que está en ella,
los mares y todo lo que hay en ellos...” Neh.9:6.
Los religiosos que no creen que Jesucristo también
es Jehováh, sino que usan el nombre sagrado para
referirse exclusivamente a Dios el Padre, dicen que Jehováh (el Padre) es el creador en el mismo sentido en que un ingeniero es el creador
de la obra que planifica, dirige y representa (aunque no la lleve a cabo con
sus manos), mientras que Jesucristo es el creador en el sentido que un albañil
materializa la obra proyectada por el ingeniero. Pero la Biblia no dice que Jehováh «mandó hacer» el mundo, sino que Él mismo lo hizo,
en este caso como cuando un ingeniero concibe, planifica y además ejecuta con
sus propias manos una obra. Esto lo confirman los siguientes versículos:
“Oh Jehováh, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre
en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos! Cuando veo tus
cielos, OBRA DE TUS DEDOS, la luna y las estrellas que TÚ FORMASTE:” Sal.8:1 y 3.
“Venid, celebremos alegremente a Jehováh: Porque
en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes
son suyas. Suya también la mar, pues ÉL
LA HIZO; y SUS MANOS FORMARON la seca.” Sal.95:1, 4 y 5.
“...Yo Jehováh, que hago todo, que extiendo SOLO los cielos, que extiendo la tierra POR MÍ MISMO.” Isa.44:24.
“Ahora pues, Jehováh, tú eres nuestro Padre;
nosotros lodo, y tú el que nos formaste; así que OBRA DE TUS MANOS,
todos nosotros.” Isa.64:8.
Los versículos antes expuestos demuestran a las
claras, no que Jesucristo es el creador de todas las cosas bajo la dirección de Jehováh, sino que Él es en el mismo Jehováh que creó con sus propias manos todas las cosas. El
autor material y el autor intelectual de todo lo creado es uno mismo, pues la
Biblia no habla de dos, sino de un solo Dios creador.
Jesucristo
es Dios
Las siguientes citas bíblicas se
refieren al Hijo, y lo señalan como Dios.
DIOS Y PADRE
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su
hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, DIOS
FUERTE, PADRE ETERNO, Príncipe de paz.” Isa.9:6.
EL VERBO
ES DIOS
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y EL VERBO ERA
DIOS.” Jn.1:1.
SEÑOR Y DIOS
“Entonces Tomás respondió, y díjole: ¡SEÑOR mío, y DIOS mío! Jn.20:28.
DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
“...de los cuales es Cristo según la carne, EL CUAL ES DIOS SOBRE TODAS
LAS COSAS, bendito por los siglos. Amén.” Rom.9:5.
PLENAMENTE DIVINO
“Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según
Cristo: Porque en Él habita toda la
PLENITUD de la DIVINIDAD corporalmente.” Col.2:8 y 9.
DIOS ENCARNADO
“Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: DIOS HA SIDO
MANIFESTADO EN CARNE; ha sido justificado con el Espíritu... ha sido recibido
en gloria.” 1Tim.3:16.
GRAN DIOS
“Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa
del GRAN DIOS y Salvador nuestro Jesucristo.” Tit.2:13.
DIOS CON SU TRONO
“Mas [dice] al Hijo: Tu TRONO, OH DIOS, por el siglo del siglo; vara
de equidad la vara de tu reino.” Heb.1:8 y Sal.45:6.
VERDADERO DIOS
“Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento
para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero, en su Hijo
Jesucristo. ÉSTE ES EL VERDADERO DIOS, y la vida eterna.” 1Jn.5:20.
El pasaje del joven rico (Luc.18:18) no debe entenderse como que Jesús rechazó el
atributo de bueno que pertenece a Dios solamente. Cuando Él dijo: “¿Por
qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino sólo Dios”, hacía razonar
al joven como diciéndole: “Sólo Dios es bueno, y tú me llamas bueno, entonces,
¿me reconoces como Dios?
Jesucristo
es digno de ser adorado
San Pedro rechazó la
adoración que quiso tributarle Cornelio.
“Y como Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y derribándose a sus pies,
adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo:
Levántate; yo mismo también soy hombre.” Hech.10:25 y 26.
También un ángel rechazó la
adoración del apóstol Juan, porque ni los santos ni los ángeles merecen ser
adorados, sino que es solamente a Dios a quien se debe adorar.
“Y yo [Juan] me eché a sus pies [a los pies de un ángel] para
adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y
con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora a Dios.” Apo.19:10.
Si Jesús no fuera Dios, tampoco hubiera permitido
que le rindieran culto de adoración; sin embargo, Él nunca impidió que le
adoraran, ni antes ni después de la resurrección, como se puede ver en las
siguientes citas bíblicas:
Los magos de
oriente.
“Y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y POSTRÁNDOSE,
le ADORARON; Y abriendo sus tesoros...” Mat.2:11.
Un leproso.
“Y he aquí un leproso vino, y LE ADORABA, diciendo: Señor, si
quieres, puedes limpiarme.” Mat.8:2.
Jairo.
“...he aquí vino un principal, y LE ADORABA, diciendo: Mi hija es
muerta poco ha: mas ven y pon tu mano... y vivirá.” Mat.9:18.
La mujer sirofenisa o cananea.
“Entonces ella vino, y LE ADORÓ, diciendo: Señor, socórreme.” Mat.15:25.
Un ciego
sanado.
“Y él dice: Creo, Señor; y ADORÓLE.” Jn.9:38.
Un joven rico.
“Y saliendo Él [Jesús] para ir su camino, vino uno corriendo, e HINCANDO LA RODILLA
DELANTE DE ÉL, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida
eterna?” Mar.10:17.
Las Marías,
después de la resurrección.
“He aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Salve. Y ellas se llegaron
y abrazaron sus pies, y LE ADORARON.” Mat.28:9.
Los discípulos,
después de la resurrección.
“Mas los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les
había ordenado. Y como le vieron, LE ADORARON.” Mat.28:16-17.
Los
discípulos, después de la ascensión.
“Y ellos, después de haberle ADORADO,
se volvieron a Jerusalem con gran gozo.” Luc.24:52.
Todas las gentes
“Para que en el nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que
están en el cielo, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la
tierra.” Fil.2:10.
Todos los
ángeles.
“Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en la tierra, dice: Y ADÓRENLE todos los ángeles de Dios.” Heb.1:6.
Los 24 ancianos
en el cielo.
“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales y los veinticuatro
ancianos SE POSTRARON DELANTE DEL CORDERO...” Apo.5:8.
Decir que Jesús es un ser parecido a Dios equivale a no reconocerle como a Dios mismo; y decir que Jesús no es Dios es una
negación del anticristo.
Decir que Jesús sí es dios, pero un
dios menor, o un dios secundario, es lo mismo que afirmar que Jesús
es un dios falso, o que hay más de un Dios verdadero, y cualquiera de esas dos
afirmaciones resultan también blasfemas y contrarias a la Biblia, que siempre
declara haber un solo Dios, como podemos ver en las citas que aparecen en la
página 1.
Jesucristo
es Dios y es hombre
Es cierto que hay una aparente
contradicción entre las palabras de Jesús cuando dijo: “Yo y el Padre
una cosa somos” (Jn.10:30) y cuando también dijo: “Porque el Padre mayor es que yo” (Jn.14:28); por lo cual algunos preguntan: ¿Cómo
pueden ser uno y distintos, iguales y diferentes a la vez?
La respuesta, tal como da a entender
la revelación, es: “Porque el Padre y el Hijo son iguales en cuanto a
divinidad, en lo cual son uno, pero cabe la diferencia en cuanto a
personalidad, ya que no se trata de una sola, sino de dos personas distintas”.
Además, esa aparente contradicción desaparece si tomamos en cuenta los
versículos siguientes:
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: el
cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios: Sin
embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de siervo, HECHO SEMEJANTE A
LOS HOMBRES; y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo,
hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Fil.2:5-8.
“Empero vemos coronado de gloria y de honra, por el padecimiento de muerte,
a aquel Jesús que es HECHO UN POCO MENOR QUE LOS ÁNGELES, para que por
la gracia de Dios gustase la muerte por todos.” Heb.2:9.
“Se anonadó a sí mismo” no quiere decir que el Hijo se haya
despojado de su divinidad, sino que voluntariamente se despojó de la gloria
inherente a la divinidad. Siendo que Él
se hizo hombre sin dejar de ser Dios, es por lo que, como divino, pudo decir: “Yo
y el Padre una cosa somos”, pero como humano, hecho “un poco menor que
los ángeles”, también pudo decir: “El Padre mayor es que yo”. Como
divino, el Hijo “sabe todas las
cosas” (Jn.16:30), pero como humano no sabía el día ni la
hora de su segunda venida. (Mar.13:32).
El Señor podía disponer de más de doce legiones de
ángeles (Mat.26:53), y con sólo decir: “Yo soy” podía
hacer rodar por tierra a aquellos que venían a apresarle (Jn.18:6); sin embargo, no usó de sus divinas facultades
para impedir el ser apresado, padecer y morir como cualquiera de los simples
mortales.
¡Grande es el misterio de la piedad!
¡Nuestro Señor siempre ha sido verdadero Dios, y aún sigue siendo verdadero
hombre!
“Porque hay un Dios,
asimismo un mediador entre Dios y los hombres, JESUCRISTO HOMBRE.” 1Tim.2:5.
En
este versículo el verbo “haber” está en tiempo presente, lo cual indica, no
que hubo, sino que hay un Jesucristo-hombre.
El Espíritu
Santo es Dios
Humanamente es tan difícil
comprender que DOS sea igual a UNO, como que TRES sea igual a UNO, pero “Nada es
imposible para Dios” (Luc.1:37). Entonces, quienes admiten que las personas del Padre y del Hijo concurren
en un solo Dios, ¿por qué no pueden admitir que concurra también la persona del
Espíritu Santo?
Que el Espíritu Santo es Dios se
puede entender comparando algunos pasajes de las Escrituras Sagradas, como por
ejemplo:
Isaías
6:8-10 con Hechos 28:25.
“Después oí LA VOZ DEL SEÑOR, que decía: ¿A quién enviaré, y quién
nos irá? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y [el Señor Jehováh] dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas
no comprendáis. Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; porque no vea con sus ojos, ni
oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él
sanidad.”
“Y como fueron entre sí discordes [los Judíos], se fueron,
diciendo Pablo esta palabra: Bien HA HABLADO EL ESPÍRITU SANTO por el
profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo y diles: De oído
oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón
de este pueblo se ha engrosado, y de los oídos oyeron pesadamente, etc. etc.”
Éxodo 17:2 y
7 con Hebreos 3:7-9.
“Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y
Moisés les dijo... ¿Por qué tentáis a Jehováh?... Y
llamó el nombre de aquel lugar Massah y Meribah, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque TENTARON
A JEHOVÁH...”
“Por lo cual, como DICE EL ESPÍRITU SANTO: Si oyereis hoy su voz,
no endurezcáis vuestros corazones como
en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde ME
TENTARON vuestros Padres; ME PROBARON, y vieron MIS obras
cuarenta años.”
Jeremías
31:31 y 33 con Hebreos 10:15-17.
“He aquí que vienen días, DICE JEHOVÁH, en los cuales haré nuevo
pacto con la casa de Jacob y con la casa de Judá: ...Mas este es el pacto que
haré con la casa de Israel después de aquellos días, DICE JEHOVÁH: Daré
mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus
corazones; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.”
“Y atestíguanos lo mismo el ESPÍRITU SANTO; que después que
dijo: Y este es el pacto que haré con
ellos después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones,
y en sus almas las escribiré; Añade: y nunca más me acordaré de sus pecados e
iniquidades.”
Pedro le dijo a Ananías que había mentido a Dios
cuando mintió al Espíritu Santo.
“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón a que
mintieses AL ESPÍRitu Santo?...
No has mentido a los hombres, sino A DIOS.” Hech.5:3 y 4.
Pablo dijo:
“Porque EL SEÑOR ES EL ESPÍRITU; y donde hay el Espíritu del Señor,
allí hay libertad.” 2Cor.3:17.
El cuerpo de los cristianos fieles
es templo de Dios.
“¿Y qué concordia el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois el TEMPLO DEL DIOS VIVIENTE, como Dios dijo: HABITARÉ Y ANDARÉ EN ELLOS;
y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.” 2Cor.6:16.
Pero no se nos dice que sea Dios
Padre, ni su Hijo Jesucristo, quienes en persona habitan en el cuerpo de los
creyentes, sino el Espíritu Santo.
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO, el
cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1Cor.6:19.
O lo que es lo mismo, Dios en Espíritu.
“En el cual [en Jesús], compaginado todo el edificio, va creciendo para ser UN
TEMPLO santo en el Señor: en el cual vosotros sois también juntamente
edificados, para MORADA DE DIOS EN ESPÍRITU.” Efe.2:21 y 22.
El Espíritu Santo es honrado, al igual
que el Padre y el Hijo, en la fórmula bautismal.
“Por tanto, id, y doctrinad todos
los gentiles, bautizándolos en EL NOMBRE del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo.” Mat.28:19.
Nótese que el bautismo no es en los
nombres del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. No es en “los nombres”,
sino en “el nombre” (singular). un
solo nombre, que corresponde por igual a las tres divinas personas.
El Espíritu Santo también es honrado en la
bendición del apóstol Pablo a los corintios.
“La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del ESPÍRITU
SANTO sea con vosotros todos. Amén.” 2Cor.13:13.
Aunque en algunos manuscritos no aparecen estas
palabras del apóstol Juan, en otros manuscritos está registrado el siguiente
versículo:
“Porque tres son los que dan
testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno.” 1Jn.5:7.
El Espíritu Santo tomó parte activa en la
creación.
“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la
haz del abismo, y EL ESPÍRITU DE DIOS SE MOVÍA sobre la haz de las
aguas.” Gén.1:2.
El Espíritu Santo ejerce los
atributos de Dios, pues según las siguientes citas, el Espíritu
Todo lo escudriña, 1Cor.2:10.
Todo lo sabe. Isa.40:13.
Está en todas partes. Sal.139:7.
Es eterno. Heb.9:14.
El
Espíritu Santo también es persona
Que el Espíritu Santo es una persona,
y no meramente una emanación de Dios, se puede evidenciar por los mismos
pasajes de la Biblia que lo describen ejerciendo los actos, pensamientos,
emociones y voluntades de una persona inteligente. El Espíritu Santo es capaz
de:
ENSEÑAR.
“Y diste tu Espíritu bueno para ENSEÑARLOS, y no retiraste tu maná
de su boca, y agua les diste en su sed.” Neh.9:20.
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi
nombre, Él os ENSEÑARÁ todas las cosas...” Jn.14:26.
ENOJARSE Y PELEAR.
“Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron ENOJAR su Espíritu Santo;
por lo cual se les volvió enemigo, y Él mismo PELEÓ contra ellos.” Isa.63:10.
ENTRISTECERSE.
“Y no CONTRISTÉIS al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis
sellados para el día de la redención.” Efe.4:30.
DECIR.
“Y el Espíritu dijo a
Felipe: Llégate y júntate a este carro.” Hech.8:29.
“Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.” Hech.10:19.
“Ministrando pues éstos al Señor, y ayunando, DIJO el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los he llamado.” Hech.13.2.
“Empero el Espíritu DICE MANIFIESTAMENTE, que en los venideros
tiempos algunos apostatarán de la fe...” 1Tim.4:1.
PROHIBIR.
“Y pasando a Phrygia y la provincia de Galacia, LES FUE PROHIBIDO por el Espíritu Santo hablar
la palabra en Asia.”
“Y como vinieron a Misia, tentaron de ir a Bithynia;
mas el Espíritu NO lEs dejÓ.” Hech.16:6 y 7.
TESTIFICAR.
“Porque el mismo Espíritu da TESTIMONIO a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.” Rom.8:16.
“...y el Espíritu es el que DA TESTIMONIO: porque el Espíritu es la
verdad.” 1Jn.5:6.
GUIAR.
“Porque todos los que son GUIADOS por el Espíritu de Dios, los tales
son hijos de Dios”. Rom.8:14.
“Mas si sois GUIADOS del Espíritu, no estáis bajo la ley.” Gál.5:18.
DAR SU PARABIÉN.
“Que ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas
necesarias.” Hech.15:28.
AYUDAR, PEDIR, GEMIR Y DEMANDAR.
“Y asimismo también el Espíritu AYUDA a nuestra flaqueza: porque qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu PIDE por nosotros CON GEMIDOS indecibles... porque conforme a la voluntad de
Dios, DEMANDA por los santos.” Rom.8:26 y 27.
OBRAR, REPARTIR Y QUERER.
“Mas todas estas cosas OBRA uno y el mismo Espíritu, REPARTIENDO particularmente a cada uno como QUIERE.” 1Cor.12:11.
ENGENDRAR.
“Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Que siendo María su madre desposada
con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del ESPÍRitu Santo.” Mat.1:18.
“...porque lo que en ella es engendrado,
del Espíritu Santo es. Y parirá un hijo, y llamarás su nombre Jesús.” Mat.1:20 y 21.
LLAMAR, ENVIAR Y DIRIGIR A LOS MINISTROS.
“Y ellos, ENVIADOS así por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia: y de allí navegaron a Cipro.” Hech.13:4.
“Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo OS HA PUESTO por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la
cual ganó por su sangre.” Hech.20:28.
El mismo Espíritu recibe diferentes
nombres en las Escrituras; así podemos llamarle:
Espíritu de Jehováh. Juc.3:10.
Espíritu de Dios.
1Cor.7:40.
Espíritu del Padre.
Mat.10:20.
Espíritu del Señor.
Luc.4:18.
Espíritu del Hijo.
Gál.4:6.
Espíritu de Cristo.
Rom.8:9.
Espíritu de
Jesucristo. Fil.1:19.
Espíritu Eterno.
Heb.9:14.
Espíritu Santo.
Luc.11:13.
Consolador: Jn.14:26.
Unción. 1Jn.2:27.
Comparación
Si la mente humana no puede comprender plenamente cómo es posible que en un solo Dios haya tres
personas sin dejar de ser uno, es debido a que la mente humana es finita, y no
cabe en ella las verdades que van más allá de los límites de su comprensión.
Sin embargo, la comparación de las Matemáticas con la Teología puede ayudarnos
a tener una ligera comprensión de este misterio. Veamos:
Si sumáramos uno, más uno, más uno,
el resultado sería tres (1+1+1=3); pero si multiplicáramos uno, por uno, por uno, el resultado seguiría siendo uno
(1x1x1=1); de manera que un metro de largo, por un metro de ancho, por un metro
de altura no son tres metros, sino un solo metro cúbico. Por eso erraríamos si
dijéramos: Dios Padre, más Dios Hijo, más Dios Espíritu Santo, igual a tres
dioses; pero acertamos cuando decimos: Dios Padre, por Dios Hijo, por Dios
Espíritu Santo, igual a un solo Dios. ¿Será esa la idea que dejó asomar el
apóstol Pablo, cuando hablando del amor de Cristo y de «la plenitud de Dios» se
expresó en términos de “La anchura y la longura y la profundidad y/o la altura?” Efe.3:17-19.
Hay cosas que el hombre puede llegar
a conocer por medio de sus sentidos y/o de su intelecto. Hay cosas que el
hombre sólo puede saber porque Dios ya ha querido revelarlas; pero más son
aquellas otras que Dios nos tiene reservadas para que las entendamos después.
“Las cosas secretas pertenecen a Jehováh nuestro
Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre,
para que cumplamos todas las palabras de esta ley.” Deut.29:29.
Por tanto, no nos corresponde especular con
las cosas que Dios se ha reservado, y mucho menos cuando todavía no conozcamos
aquellas otras que de sí ya Dios ha revelado para que los hombres nos ocupemos
en su comprensión.
Conclusión
Porque la revelación divina dice que hay un solo Dios, yo lo creo; porque dice que Jesús es Dios, yo
lo creo; porque dice que el Padre es mayor que el Hijo, yo lo creo;
porque dice que el Padre y el Hijo son uno, yo lo creo; y porque dice
que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno, yo lo creo también,
sin ponerle ni quitarle, ya que lo dice quien bien lo sabe, y no miente. Lo
dice Dios mismo, a través de su Santa Palabra.
Ob. B.
Luis
, 1977
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